10 de noviembre de 2015

Por Luis Vilchez - Poesía Periodística (Parte 27) – Eduardo Heilbron “El Jujeño” que canta con la lluvia

Poesía (Poema dedicado Eduardo Heilbron)

En la calle
con la gente

Realidades
que no puedo dejar de escribir

Poema inédito, Luis Vilchez



Tenia tantas ganas de compartirles la obra de este poeta de Jujuy, que vivio varios años en San Luis, que solo el río Trapiche sabe cuanto esperaba este momento. Bueno, parece que llegó.

Eduardo lleva adelante este “desesperado oficio” de poeta (siempre Roberto Santoro nos da letra) manteniendo varios años una pagina web www.poemasneuroticos.com.ar y colaborando con diferentes proyectos literarios. Participa actualmente de la Revista Cultural Latinoamericana (Guturalmente hablando) “El Viento” y ha publicado “Tratados de la distancia”, libro número 13 de las Ediciones libros de la Calle con nuestra editorial, que de forma desinteresada apoyo su vocación de pájaro.

Tuve el honor en ese momento de su historia, que me cediera el poeta las llaves de su libro, para darle apertura a sus palabras, y algo así escribí:
   Yo creo que hay que ser poeta para sanar la vida. No lo digo porque yo me considere un poeta (aunque en lo más hondo del corazón reconozco que sí, ese es mi sueño).
   De pequeño soñé pájaros poetas, que con sus vuelos de palabras caminaban por la cima de mi ser, para llenarme de ese canto y esa voz, que solo los/las poetas de este mundo le convidan a la vida.
   Creo que he tenido suerte. Mi vida se ha llenado de amigos-compañeros-camaradas-poetas. Y ese regalo de metáforas del sol, es una de las pocas cosas que me mantiene vivo. Resistiendo. Soñando. Amando. En un mundo lleno de rutina y vanidad barata.
   El paso del tiempo me convidó los versos de mi amigo Eduardo. Su temple. Su optimismo metafísico. Su ahora. Su búsqueda interna y su constante desencuentro con el amor de una mujer que se conforme con compartir las cosas simples de la vida. Y a pesar de que le llevo casi el doble de edad, nunca noté la diferencia en ese mano mano o verso a verso que siempre nos mantiene vivos. Comprendí conociéndolo al Jujeño que las personas tenemos años, pero no edad (la cronología es un fastidio que separa a las generaciones estructuradas).
   Hoy Heilbron integra conmigo una revista cultural que llamamos desde hace doce años “El Viento” (hoy  ya son 16 años), y que es para nosotros uno de los tantos fusiles con que damos batalla a la cantidad de corruptos que gobiernan el país y el mundo. Poetizamos para buscar la belleza, para soñar, para aunar memorias.
   Este Jujeño nacionalizado Puntano. Que bien sabe que no tiene fronteras, más que las que limitan el poco entendimiento que hay entre los pueblos. Nos convida en este libro centenares de preguntas sin necesidad de dar respuestas. Las manos del juglar popular empiezan este encuentro y... Dicen que el hogar es donde esta el corazón... El río canta bajo. Y atento, quiere escucharlo.
Luis Vilchez



Obra de Eduardo Heilbron, el “Juje”

Testimonio

La poesía es la chispa capaz de encender todos los fuegos.

La Palabra

La
palabra es mía,
la palabra es tuya,
la palabra es de todos.
Es más que tres silabas graves,
es mucho mas que un tecnicismo de la comunicación,
la palabra puede encerrar ira, amor, emoción,
pero no se puede encerrar a la palabra,
dormirá en tu mente un tiempo, y después buscará miles de formas
de reventar tu cabeza, para escapar.

La palabra impresa en un papel no es de quien la escribe,
la palabra impresa en un papel no es de quien la imprime,
la palabra impresa en un papel es de todos,
quizás sean armas que empuñamos algunos,
quizás sean sueños verbales en tiempo iletrados,
pero no nos engañemos, la palabra esta en todos lados.
Porque cuando uno lee algo en un papel
ese algo crecerá en nuestras ideas
invadirá otros terrenos transformándose
se engendrará en otras formas liberándose.

Pensándolo bien, la palabra no es mía,
la palabra no es tuya,
la palabra es de todos.
Es la libreta ayuda memoria de la memoria,
es el remanente de conciencia del más inconciente,
hace único al cualquiera,
igual al diferente.
Porque si un señor te dice buen día
ese buen día ahora es tuyo
moldéalo, transfórmalo, pero es tu deber
liberarlo y solo así dejarlo ser.

este es el poema que abre mi cuarto libro, todos los muertos de mi placard. todos los textos de amor…
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Liquidez

Son pocas mis monedas,
cada vez me cuestan más,
la pendiente es cada vez
más empinada,
ya no se puede volver
hacia atrás.
Son pocas mis monedas,
y cada vez se me van más rápido,
atrapadas en una amalgama
de ofertas,
de consumo voraz y sin
ningún sentido.
Son pocas mis monedas,
y cada vez valen menos,
atrapadas en un tránsito
macabro,
ser humanos y mirarnos
y desconocernos.
Tus billetes cada vez son menos,
y cada vez te cuestan más,
el nuevo reino de
la desconfianza,
se devora todo pues
la bestia no cabe en su disfraz.
Tus billetes cada vez son menos,
y cada vez se van más rápido,
la vorágine del neón
que avanza,
y ridiculiza al que le da
voz y voto al corazón.
Tus billetes son cada vez menos,
y cada vez valen menos.
La miseria se expande
cruelmente.
Ya nada será igual.

Extrañado

Ahora nos resulta extraño
que un pibe golpee a otro.
No es un concepto muy distinto al de los golpes
rutinarios a nuestra dignidad.
Quizás leyó el diario.
Quizás escuchó en la radio
violencia burdamente disfrazada de
canción.
Quizás el hambre nubla su vista,
quizás el frío congela sus ideas.
Tal vez no piensa, por que esta apurado,
y corre, para permanecer en el mismo
lugar.

Y nos sorprenden los muertos 
en nuestro tráfico.
No es un concepto diferente
al del niño que corre con el miedo
de haber necesitado lastimar a alguien.
Quizás fue fugaz la sobremesa.
Quizás la noche no lo durmió,
y las voces paranoicas solo
recitan la solución violenta.
Quizás el casco opaca vanidades,

quizás siempre, pero siempre, lleguemos tarde.
Tal vez creamos que la muerte es para todos menos para uno mismo.
Pero con pensarlo un instante, nos damos cuenta de que es un error.


Video homenaje hecho por Eduardo Heilbron, poeta popular de Jujuy, a la gente fundadora de la Revista Cultural Latinoamericana (guturalmente hablando) "El Vi...
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Desarraigo

Dicen que el hogar es donde esta
el corazón,
y quizás tengan razón,
la distancia no me puede hacer olvidar
la alegría del tinku, el picor de un locoto,
el cielo mas azul que pueden imaginar.

Aún veo anochecer en Yala
si cierro los ojos,
y estoy seguro de que no es un antojo,
si tarareo la triste quena y pregunto cuando he de volver
a oír el canto del río, a sentir aroma a albahaca ,
al ver la belleza del amancay al florecer.

Mis raíces me obligan a vivir en
añoranza,
mas no pierdo la esperanza
de dejar que la coplera y la copla me describan,
dejar que me lleve el diablo en algún carnaval,
volver a los amores que de guagua se crían.

A veces me acuerdo de alguna chinita que
conocí alguna vez,
en primavera, nuestro mes,
de los que estudiamos la vida total e infinita,
de los que extrañamos el canto de la cigarra,
de los que recordamos el sabor de la humita.

De los desarraigados.

Segundo

De nuevo llegué segundo
en la inmoral carrera en la cual solo el ganador,
no obtiene soledad,
cada vez me siento mas cerca de alcanzarte,
no soy mas que un mortal que saluda a la tumba de
su pudor y se codea por fin con su libertad.

Pero hoy fui segundo nuevamente,
el premio, como siempre, me fue esquivo,
al parecer la razón se equivocó.
Como envidio a tu acompañante, sinceramente,
quisiera poder mirar tus ojos
cuando se me antoje un evento festivo.
Creo que mi frágil corazón otra vez ya se rompió.

Otra vez soy el segundo hombre
con el que mas te gustaría estar.
El segundo que mas quieres
en este maquillado lugar.

De nuevo descarrilé en ese segundo
que aún no se sortear,
y que siempre me llega.
Nuevamente no encajo en este mundo,
y me toca esperar,
y me toca aceptar lo que se me niega.

Distanciado

Hace un mes que no tropiezo
con tus ojos.
Me cuesta mantener esta
infinita distancia,
si estas tan cerca,
si me ignoras con tal elegancia.

Un mes me separa del recuerdo
de tus ojos.
Recuerdo distante e indeseable,
profundamente inexplicable.
Si están tan lejos,
si suelen ser tan inestables.

Que oportuna es la desgracia
de este tonto corazón,
ya no sirve la negación,
ya no alcanza ninguna acrobacia.

Un mes pasó sin poder ver
en tus ojos.
El tiempo y la distancia que
resiste mi orgullo.
Las normas rígidas y fatales,
profundamente impersonales,
la soledad que nunca destruyo.

Ya es un mes el que me aleja
de tus ojos.
Y están mas vigentes de lo que
estuvieron siempre,
Si están tan cerca,
si en mis sueños siguen presentes.

Los ideales son falacia
si este tonto corazón,
busca absoluta redención,
donde solo hallará desgracia.

Fuente
- Revista Cultural Latinoamericana (Guturalmente hablando) “El Viento”
- Archivo de Ediciones libros de la Calle y la Revista  “El Viento”




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