30 de septiembre de 2015

Por Luis Vilchez - Poesía Periodística (Parte 25) - Luis Luchi, un canto del viento

Los piadosos y los tolerantes (Poema dedicado a Luis Luchi)

Los piadosos no me gustan -corazón-
no me tienen respeto
tanta conmiseración me da fastidio

los piadosos son los tolerantes
son los que viven con la cacerola llena de manjares
y conviven con la vacía olla de los pobres de siempre
sin sufrir graves daños de conciencia

los desterrados -vida mía- son invisibles
para los ojos de los piadosos y los tolerantes
habitantes de esta farsa sociedad invisible

los piadosos no tienen relación de igualdad con la alegría
carecen de utopías y misterios
porque ignoran la bandada de pájaros que vuelan
con sed de un nuevo sol

los piadosos son los tolerantes
son los que te ayudan
regalándote las sobras
de lo que te robaron

son los políticos y los politiqueros
son los portadores del virus de la desilusión humana
son los ejércitos de la globalización neoliberal
que nos conducen a una muerte prematura
ejecutando la alegría contra un paredón de desamor

los piadosos jamás pudieron ni quisieron nacer
intercambios de amares con cualquier esperancita
más bien son los que te piden un voto
a cambio del maldito olvido

mi esperanza sabe que la virtud de intercambiar amares
es el fundamento del respeto

mi esperanza me energiza para no tentarme
con la blasfemia de la cultura de la dependencia

yo sé que los piadosos le tienen miedo a mi esperanza
mi esperanza - la que es igual que tu esperanza
porque caminan juntas y se toman las manos

Poema extraído del libro Poemas de amor para una olla vacía, Ediciones Madera y Verso, año 2008, Luis Vilchez





Poema "calificaciones" del poeta argentino Luis Luchi
youtube.com
Hijo de inmigrantes judíos ucranianos, Luis Yanischevsky, su nombre real, nació el 11 de octubre de 1921. Fue un hombre enamorado y unido de por vida a la poesía -«desde hace muchos años es algo central para mí», llegó a comentar- y muy reconocido durante los años 60 y 70 en los ámbitos más alejados de la cultura oficial bonaerense.

Formó el grupo Gente de Buenos Aires con el poeta Roberto Jorge Santoro, el actor Héctor Alterio, el músico Eduardo Rovira y el artista plástico Pedro Gaeta. El objetivo era acercar la cultura al pueblo.

Militó en el Partido Comunista y simpatizó con el anarquismo y, como miles de argentinos más, tuvo que emigrar tras el golpe de Estado de Videla.

Cambió el barrio de Parque Chas de Buenos Aires por el Raval barcelonés, que inspiró muchos de sus textos. Además de por su actividad cultural, Luchi será recordado como un nombre luchador, comprometido y solidario y por ser un referente para todos los exiliados argentinos.

Lucho es referente para quienes nacemos Vientos, un poeta del pueblo y para el pueblo. Ya publicamos en varios números de la revista su poesía. Poesía que nos acompaña en cada paso por este camino de letras y utopías.




Número 35 de la revista, año 12, en la contratapa poema de Luis Luchi con ilustración de Oscar Grillo 


Obra de Luis Luchi



Todo a veinte, años después

(Poema muy largo)

El barrio aquí
igual
y nada
una verja
la primera vez que toqué metal
la flor fuera del alcance.


Lo dicho dicho está,
inútil será borrarlo,
ése es mi deseo;
me siento caer y es cierto
y medio fanfarrón elijo el lugar.
El cansancio es dueño de mi cuerpo
y yo alegre escribo versitos de mi cansancio
tal cual soy excepto las hipocresías habituales.
No limpiaré nada,
dejaré a la lluvia generosa interpretarme.
De un montón de errores creció una montaña
y sentado en la cúspide
esperaba el crepúsculpo.
Faltaba lo principal,
No aprovechar la oportunidad de las ocasiones
para mejorarme.
No fuí pastor ni oveja
única posibilidad para un desarmado
y encima este maquinaje se me va de los dedos
con que acaricio.

(De La pasión sin Mateo)


La cama caliente

Qué lindo en invierno
después de atravesar el día helado
rendido y frío
con ganas de besar y que me besen
encontrar las sábanas calientes y limpias
con vapor de mujer.
Qué lindo en invierno
y qué lindo también en el verano.

(De La vida en serio)


Las antítesis

Está la humanidad,
Está.
Si aguantamos una generación más
ya casi llegaremos al final,
y veremos del otro lado.
La fisiología se ocupará del dolor,
la duda será curada
con ondas ultrasónicas de saber,
la amistad y el amor
reflejos que producen placer
abundarán como el pan regalado,
y si no es así
de todas maneras
está la humanidad,
está.
Lo que somos cabe dentro de ella.

(De Vida de poeta)


Frac

Qué gracioso debo quedar metido en el frac.
Supongamos que estoy invitado al banquete
y por una componenda ineludible
debo colgarme el elegante uniforme.
Entrar al salón
donde vestidos iguales
se ponen de acuerdo
en la catadura de la risa,
establecida en el concilio
de los más ricos y poderosos.
Una flor perfumada de blanco
ilumina el armisticio de mi hombro,
disfrazada en mi pavada de vida
con plata prestada,
curiosidad prestada que exigen devolución.
Consideran mi claudicar
en sus cambios de mirada,
me aferro al pasado,
solicito que lo llenen,
al principio con timidez,
y empiezo mi cantinela de ropa mameluco
terminando tan igual
que ayer y que mañana
con un vaso de vino volcado.

(De Vida de poeta)
 

Cada uno tiene su desgracia y yo te perdí

En todos los años
en que tus besos fueron míos
rendí el peso de la piel
el amor en oleadas, el paraíso,
la mano sobre tu corazón palpitando;
por lo que recuerdo
no sólo fue el beso,
una posesión completa
cuerpo y alma
compartiendo el aprendizaje
y para mí era total
la primera vez y siempre,
después no tanto, el resto es largo;
pero tus besos
fueron y serán para siempre míos,
no termino de enumerarlos
y olvidarlos
para que su cantidad
alcance hasta
el fin de mis días.

(De Contestarse a sí mismo en el canto)


Octubre

Color de pureza en las flores
decisión de revoluciones.
El fresco temblor nocturno
distiende su contraído semblante
y sopla un chorrito de leche
para cortar la oscuridad cerrada.
El cielo tan alto como las estrellas,
la espalda húmeda
por el beso que ha puesto en mis labios
la noche de octubre.
Octubre,
mi mes de besos puestos en mis labios.
Las aromas ya se sienten;
están.Estoy impregnado de Octubres
buenos y malos y sin importancia
Soy Octubre jardín y cambiante,
mi piel es nueva, mi lamento es otro.
Comienzo el año en Octubre
porque soy jardín y cambiante,
Comienzo el año en Octubre sereno.

(De Poemas de las calles transversales)


Dejar la casa por la guerra

Salgo para la guerra
llegó el momento
la mochila se pasó toda la vida preparada
le faltaba mi espalda
y el final de los finales de mi incertidumbre
despilfarrada mi acción
en ingenuidades de heroismo
en los campos de teruel
sierras morenas los angeles
vietnams norte y sur
en salta dejándome la barba
en canelones usando peluca de oruro
aprendiendo a revolear el machete
yo que temblaba cuando hervía la pava
me incorporo y da vueltas el disco
a veces cantando a veces silbando;
estado asambleario
todo el poder a los soviets
derribar los muros de las cárceles
de los palacios de justicia
de las panaderías de las confiterías
de los canales de televisión
con premios para todos
destituyendo a los jefes
reirnos de las competencias
y ganar con la mayor cantidad
de gente posible
para que den todas sus posibilidades
y se lleven todo lo que necesitan
y algo más,
que eso va a haber.

(De Mishiadura en las dos ciudades)


El Sena para mí

Sé un poco para mí
Sena, que otros poetas te poseyeron.
Me encuentro tan lejos
para nadarte o andarte en bote.
Si tuviera montones de dinero
bien sabes que apoyaría en las barandas
de tu ruta encajonada
mi cabeza con penas.
Y diría, esto lo imaginaba,
aquello está en su lugar.
O pronto descubriría un recodo
que gocé y viví
y estaré en condiciones de prever:
ahora voy a ejecutar tal palabra,
tendré una aventura
imitaré la luna
o reconoceré que estoy soñando.
Lo más seguro es que estaré soñando.
Y cómo me gustaría, Sena, andar por tus orillas
en una ola sin reposo
de tus períodos de paz.
Presiento que las primaveras
me envolverán
y estarán inquietas cuando no me sienta feliz
y yo les explicaré,
nunca podría dejar de explicarles,
que no estoy triste por ellas,
que todo lo que pueda irme bien
aquí me ocurre.
Que a pesar de haber llegado
sin ser joven,
es posible que me miren y estimen
nada más
que porque escribo versos,
nada más que por eso.
Y puede ser que me decida,
por qué no,
a tirarme en tus aguas y morir.
Y contarán de mí,
eso espero,
un poeta,
argentino,
dejaré mis documentos en regla;
se hundió en el Sena porque lo quería
habiendo tantos ríos en el mundo
y en su país.

(De La vida en serio)


Volviendo a casa

Como soy un ciudadano de estos tiempos
no voy para mi casa en un caballo.
El banco de la nación
no confía en mis promesas
y mis conocimientos
sobre travesuras comerciales
no asombran a nadie.
Si me palmean en la espalda
y me preguntan de improviso
diría sin ponerme colorado:
soy poeta.
Entonces a colocarse en la cola:
con el albañil
con el matasellos de las sucursales
con el mozo de café.
Con la suave damita
que ni de reojo me mira,
con el vigilante que sí me mira de reojo,
con el carpintero que no oculta su olor a gomalaca,
con el reglamento que cobra el boleto de distancia.
Todo recorrido termina, insisto y bajo.
Podrán averiguar de mí mucho pasado,
nunca olvido sus caras.
He leído por qué enferman mis vecinos,
por qué la frente distrae sus sonrisas.
Entro a mi casa,
el día menos pensado me voy a mudar.
Busco un rincón con un poco de luz,
todos tenemos un rincón, y libero a los astronautas,
a Colón a Tomás Moro
a los proyectos de la capital de la alegría.
Y después en la comida,
sin comer no se puede vivir,
¿No trajo la paloma un aletear?
¿No vino un telegrama con saludos?
¿No hubo un llamado con cantos
que incluyan mi nombre?
¿Nadie golpeó la puerta
y dejó un regalo para mí?
Porque espero una visita
hoy o mañana
algún día será.

(De Poemas de las calles transversales)


Ordenanza municipal (11 de abril de 1902)

La guerra del catorce no había comenzado.
La revolución de mil novecientos cinco
estaba por afirmar
la disolución del capitalismo.
Mi ciudad,
Buenos Aires,
afrontaba los temibles problemas
con tranquilidad.
De la fiebre amarilla estaban inmunes,
a lo obreros polacos
con campesinos correntinos a caballo
los calmaban.
España seguía rezando,
India soñaba.
El puerto de la ciudad
insistía en vender,
los araucanos estaban liquidados.
El abuelo del Che Guevara acumulaba dinero
para asegurar a su nieto
la carrera de médico.
Los gauchos sin horizonte
robaban con cuchillo en los callejones.
Muchas más cosas pasaban
cuando el intendente de mi ciudad,
Buenos Aires,
encontró en el blanco mármol
de su azul residencia
un grueso escupitajo verde
con leves estrías anaranjadas.
Logrando no pisarlo
convocó a una junta de vecinos
que aceptaron sin objeciones de fondo
prohibir escupir fuera de las salivaderas
para limpieza de la población.

(De Poemas de las calles transversales)


Contestarse a sí mismo en el canto

¡¡¡Voy!!!
No contesta-no está.
¡Esperame, falta poco!
¿Estará festejando mi ausencia?
Oigo voces. Están en curda,
suben, cruzan el río,
pasan el bosque,
y se escucha en el valle:
¡Estoy por llegar!
¡No terminé! ¡Esperen!
El zapato me queda chico, la media grande;
hace mucho que no me vestía.
¿Cómo se hace?
¡Eh! ¿Con qué viajo?
Sí, sí, ando, es el viento en contra,
me falta poco, estoy,
es el último descanso que tomo
pero verán, ya veremos, hay niebla,
justo hoy se les ocurre un eclipse de sol,
nunca es total, llevo un farol,
una vela, tus ojos en la memoria.

Fuente
www.revistaculturalelviento.blogspot.com.ar
www.luisvilchezpoeta.blogspot.com.ar

www.allinchrome.com.ar

23 de septiembre de 2015

Por Luis Vilchez - PICHETO, el poeta del pueblo - Poesía Periodística (Parte 24)

Hay que escribir en caliente

   Silvio Correa (Picheto) nos convida en sus libros la posibilidad de meternos en un mundo donde sólo existe la noche. Mujer oscura que se abraza a la memoria y sus respectivos silencios para nacer en el grito de su pueblo. Una noche de espuma. De estrella y luna nueva. Con lluvia de pena y de poema.

   Como proveniente de una brisa literaria de los Silvio Rodríguez, Julio Cortazar, Mario Benedetti y Oliverio Girondo nos lleva con su poesía a la pregunta: ¿Y el amor? ¿Y el desamor? ¿Y la mujer? ¿Y el hombre? ¿Quien esta arriba y quien abajo en esta lucha de poder histórica? ¿Por qué la necesidad de un poema guerrero soñador de igualdad social para los pueblos?

   Convencido que “para vender una revista callejera hay que transpirar la camiseta” sigue los pasos trovadores de la “Revista Cultural La Ciruja” que dirige desde hace siete años y que ha salido mes a mes, casi sin interrupciones, con vocación y convicción de que se está haciendo algo bello para comunicar.

   Como Roberto Santoro, Picheto, “escribe para los que hablan” sin que se le tuerza la boca por decir verdades.

   Si encuentras sus libros en el camino no le esquives la mirada. Siéntele su aroma a tabaco, noche y luna bien amada. Mírate en los ojos de Picheto que nos enseña verso a verso que “hay que escribir en caliente”._

 

Epitafio II (Poema dedicado a PICHETO)

 

Hubo un Mandela de PUEBLO
con una Parra de LUCHA
La dignidad es VICTORIA

 

Poema extraído del libro Epitafios (de amor y desamor), Luis Vilchez, Colección Libros de la calle, año 2010


Obra de Silvio Correa PICHETO

 

Naceres de los silencios con sus noches
en las noches de los silencios


Soñé / soñé / siempre sueño-o creo (ocre) que sueño cuando sueño-soñé que estabas ahí / ahí donde no estabas y una ráfaga de espuma y vidrios rotos se clavó entre este silencio y aquel olvido / entre aquella luna y esta sombra / soñé / soñé pero no sé si soñé / siempre no sueño / no sueño cuando sueño que me parece que despierto de este letargo de hojas muertas y rumor de dioses locos que sueñan lo mismo que yo pero al fin y al cabo se desata de una vez por todas / de una por todas las veces que dije ya voy pero ese no era el camino / apenas si la canción del aire cuando estabas allí donde no estabas si ese era el recuerdo cuando recuerdo y fue allí / ahora sí / fue allí / en la penumbra de un sábado a la madrugada de un lunes taciturno de humo y color mientras la lluvia / tu beso de miel y socavón que no pude no pudimos desprendernos de nuestras miradas-¿los ojos qué?-en ese azul celeste verdoso de cielo y turbio por lágrima y sonrisa cuando amor dijo tu boca o mi boca pero no / no era eso / era eso que las siluetas del poema ignoraban por rabias / sabias y rubor con boina y todo entre las bambalinas de la noche en los bordes invictos del ayer de ayer / del ayer / del ayer sólo me quedan mañanas que no volverán porque nunca más iremos como aquella calle despacio a los andenes de nuestros labios... dijimos.
Que no dijimos si la cruz se quebró de espanto y niebla con el nuevo sol de la palabra / palabra que calla cuando sueño que sueño que sueño que sueño que sueño / que de qué y allá lejos en la distancia precisa que precisan las distancias te siento temblar como una mariposa de crespón cuando sueño que sueño que no sueño si no es con tus sueños / con estas ganas de no tener ganas / con estas manos que dibujan el adiós en el vuelo de tus sueños de ayer / con los ayeres de siempre / de siempre que sueño / que no sueño / con los pañuelos gastados de ira-¿de qué?-en ese quedo de estrellas de papel en el incierto cierto de estos barriletes de sueños / de sueños / de sueños que sueño cuando creo que sueño / que sueño / que sueño (o no)._

Luz al Sur,
tierra de nadie;
en tus labios de sol y sal


Noche uno


Cómo gasto papeles recordándote
cómo me haces hablar en el silencio
¿cómo silencio estas horas con tu voz que aún me canta la
melodía de entonces? ¿cómo?
cómo gasto recuerdos muchachita de la lluvia

como no te me quitas de las ganas
aunque nadie me vea nunca contigo
aunque todos me vean perdido y en la nada

y como pasa el tiempo que de pronto son años
sin pasar tú por mí... detenida
que de pronto es lo pronto si la vida
derrama sobre los tejados del alma esta
lejanía cerca por tenerte y no

te doy una canción si abro una puerta
y de las sombras sales tú
te doy lo que el amor por luz y por sombra
si abro la noche cuando cierro el poema

te doy una canción de madrugada
cuando más quiero tu luz
porque yo soy lo que tú me entregaste
la trova labriega del verso y el amor

te doy una canción cuando apareces
el misterio del amor
el coraje y la libertad enredada en los labios
el resabio de una palabra que crece en
los andamios desesperados del fuego

y si no lo apareces no me importa
yo te doy una canción
cuando los ángeles de la melodía
por miedo y por ceniza
vienen cantando de prisa yo
yo te doy una pequeña canción
                                                           
si miro un poco afuera me detengo
la ciudad se derrumba y yo cantando
y sigo soñando mientras el mundo se desploma
afuera de todo lo deseado adentro de ti y de mi llanto

la gente que me odia y que me quiere
no me va a perdonar que me distraiga
no me van a perdonar no que caiga una y
otra vez en el arrebol claro de tus ojos de nieve

creen que lo digo todo que me juego la vida
porque no te conocen ni te sienten
creen que todo lo que vivo no es por ti creen lo
que no creen porque sólo yo te conozco como te siento
te siento como te conozco cuando no lo digo todo muchachita

te doy una canción y hago un discurso
sobre mi derecho a hablar
muchachita de lunas a conquistar si en
mi derecho a amarte va más allá de este amor

te doy una canción con mis dos manos
con las mismas de matar
con mis dos manos y mis sentidos ya sentidos que
tejen la agonía lúcida del verso en la vehemencia tierna de
una lágrima que se dibuja entre las hojas del alma

te doy una canción y digo patria
y sigo hablando para ti
te doy una canción como un disparo
como un libro una palabra
una guerrilla como doy el amor
te doy una canción y digo mañana
y sigo cantando para ti
te doy una canción como un abrazo
con todo esto que te escribo
te doy una canción una cierta mirada
te doy una canción amor te doy una canción
como te doy mi amor...como te doy mi amor._

Noche dos

Vea usted
               amiga o
mejor dicho
                   escuche
escuche ahora que el silencio
es patrimonio de sus manos y
la noche es territorio de las sombras
escuche lo que el poema dice y
dígame si no tengo razón o si la
razón no es acaso de aquellos que
sembraron sus espinas de viento y
roto por no querer acallar lo que
otros lloraban por miedo y pavor
escuche sino lo que Van Gogh o
dicho mejor vea usted
lo que Vincent tiñe de luminoso y puro
desde el centro mismo del ocaso
                                                      cuando
sus amarillos denuncian lo que
anuncian de dolor sus rebeldías
vea amiga o
                    escuche
                                                    escuche
lo que Rimbaud desde su infierno
sentencia con total precisión
                                                  cuando dice
lo que maldice sangre adentro de su adiós
escuche amiga
                         vea
                                  vea
que ya la noche es
de las sombras y nuestro territorio se
puebla de silencios y
las manos tejen el misterio
                                             de la duda y el amor._
Noche tres

Ahora que la noche se desboca en
la boca de la noche ahora
ahora que ya nada queda entre
                                 la nada y mis manos
ahora que es ahora y la lluvia cae
cual rocío al alba... me iré.

Me iré despacio verso adentro de los sueños
sueños que ya no alcanzan mi libertad y
                                              mi sed de caminos
sueños que ya no socavan mi ansiedad de
distancias y lejanías.

Me iré quién sabe adónde y
                       con qué otros fulgores
                                              otros dolores
                                                        otros amores
otros sabores otros porque nosotros
eternos mendigos del silencio nos
animamos a partir desde cualquier sombra
                                               desde cualquier duda
                                               desde cualquier luna
ahora
ahora como escribí no hace muchas
esperas ni hace demasiadas lágrimas.

Me iré desterrando brumas
andando la vida viviendo por si acaso el
ocaso abrazara estos sueños ciertos y no tanto
me iré yendo desde mi loca cordura al
territorio limpio de la noche
desde la noche a la nostalgia pura y
en la geometría perfecta de la soledad de
la poesía me encontraré en el beso que no
                                             que no
                                                        que no
                                                                    me iré._     


Silencio uno

Vamos a llorar, noche, vamos a llover. Vamos a llorar lunas y rapsodias con las veletas de la noche, noche, noche, vamos a llover espuma y mar. Mar y soledad. Libertad y espuma. Lunas y libertad. Soledad y rapsodias.
Entre tantos garabatos el alma a veces teje mariposas oscuras que vuelan hacia mí y pregunta mi nombre por las dudas y sé que no hay otra salida que la que esconden los precipicios de luz que devoran las hojas y los ojos del poema.
Vamos a llorar dije y en un destello de muerte tus manos me naufragaron.
Sobra-vida, puede-vida, salva-vida en donde se ocultan los falsos gorriones con sus falsas canciones en sus falsos poetas / profetas de la miseria, pobres taciturnos moribundos del “encle” donde llorar lunas de oscuras paredes de la noche, noches por resolver el acertijo que va más allá de todo infinito, de toda eternidad.
Vamos a llover con charcos de sangre donde la sangre al fin pueda comprender lo que es vivir / morir / seguir en el sueño del Caláis-Sanga de mis deseos tuyos.
Vamos a llover, a llorar por si acaso te acosan, noche, por si acaso te acusan los trapecios del tiempo sin tiempo, del día que soñaste, del verso que no escribimos juntos, no escribimos porque fuimos la lágrima, noche, fuimos la lágrima, la página que aún, amor-noche, noche-amor, la página que aún no lloramos, no llamamos, no llovimos.
Ya. Ya y luego queda tu boca con la noche boca arriba por no temblar.
Vamos a llorar. Vamos a llover. Vamos a llover lunas. Vamos._

Noche mugrienta de estrellas,
mientras la luna mostraba
su medalla; a orillas del sueño,
junto a los besos de Soledad 

Noche cuatro

Derrotado de sombras y
lejanías
soy la nada. El vacío
                                    incierto
el fuego que no.

Ha de haber una barca perdida
en medio de la noche
para que el verso
naufrague en ella.

Todo es caos en mí. Todo.

Levo mis tristes papeles
                      al aire de la
                                      madrugada.

Silencio.

La confusión llama en su red de
                                               miedo.

Los fantasmas del insomnio
                                             la duda
                                                         el gris.

He de vagar entre tu nombre y
                                                la soledad
                                                              morir en ti._


Noche cinco

Digamos por ejemplo:
               ahora que la luna quiebra su espejo
y la noche canta su alma y su almanaque
digamos por ejemplo que vienen desde lejos
los ocasos abiertos de soles y ventanas.

Digamos por ejemplo:
            ahora que no hay hora
            sino para el fuego
            sino para mis manos
            sino para tus labios
            la ternura simple
            el beso urgente
            el peso de la muerte
            los resabios del dolor
            el verso roto y suicida
            los andamios del misterio
el milagro de otro fulgor
digamos por ejemplo
           ya que no quedan sombras
sino la que destiñe
           tu boca y mi canción
digamos
            lo que digamos
                       ejemplo o corazón._

Noche seis

Se precipitan las sombras
sobre los acantilados del alma.

La noche se cierra
entre bambalinas de humo.

He roto el silencio del agua con
el grito mugriento de la lágrima.

La lágrima mugrienta de sueños se
estrella contra la madrugada.

Pero no te amo.

Una canción de furia
a lo lejos se escucha. A lo lejos.

Vienen marchando flores noctámbulas y
la luna es un parche negro en el cielo.

El fuego de otros días
otros días iguales corren ciegos de gris y alba.

Los recuerdos que no van y
apenas si el poema para desvelar esta paz ahora.

No te amo pero.

Luciérnagas mustias juegan en
las farolas de la tristeza y del viento.

La espera es eterna sin espera en
los andenes necios del misterio.

Todo es ayer adentro de mañana y
voy con tu mirada al fondo de la lluvia.

Te amo pero no.

He muerto más de lo que he
vivido pero aún así una luz de
niebla me aguarda en
los puertos victoriosos del
                                          amor.

                                                                                      Del amor._


Fuente

- www.revistaculturalelviento.blogspot.com.ar

- www.luisvilchezpoeta.blogspot.com.ar


- Archivo de la revista EL VIENTO 

16 de septiembre de 2015

Por Luis Vilchez - Emilio Fernández Cordón, la belleza y la palabra - Poesía Periodística (Parte 23)


Viajero (Poema deificado a Emilio Fernández Cordón)

Viajando sin un peso en el bolsillo
me voy poniendo viejo

como si fuera un caminante
enamorado de la lluvia

me caso con los ojos
de la mujer que amo

y me abrazo a las lunas
de sus pechos de seda

palpito desventuras en medio del camino
de un país que nunca supe 

y voy cayendo
en las trampas de la historia

ya me envolvieron muchos
en un paquete de regalo

con destino a la basura
de un mundo de insanos

esos falsos gobernantes
que encontré en el dedo a dedo

de dos mundos
que la ruta me brindó

pero resisto
soy un hombre nuevo

llueve
pero la lluvia no ha borrado / las sendas de tu cuerpo

y yo / pájaro / vuelo / sin rumbo
ni destino

sentado en un costado de la ruta
escribo este pedazo de memorias

no hay prisa
corazón

este caminante / viaja lento... pero llega

deberé tatuarme el alma con tu rostro... para no olvidarte

Poema extraído del libro “Como si fuera el fin del mundo”, Ediciones Libros de la Calle, año 2013, Luis Vilchez


  
 El Emilio visitó Juana Koslay en agosto de 2014, vino a participar en los ciclos de Arte y Memoria que realizamos con la Revista Cultural Latinoamericana (Guturalmente hablando) “El Viento”. Un año antes el poeta había publicado unos relatos cortos en la revista. Toda una alegría poder gozar de tan bella obra literaria. Toda una felicidad indescifrable poder convidarla a nuestros lectores. Solo nos faltaba conocerlo personalmente para culminar una amistad de mar. Así fue.

   Se lo veía muy contento de estar de paso por San Luis y fue una gran satisfacción conocerlo a pesar de que se notaba muy enfermo. Decaído. Como si fuera este paso por las sierras puntanas una despedida. Sentimos que él tenía mucho afecto por la poeta mendocina Mariela Zobin (integrante de la revista) y que por ella había viajado a nuestro abrazo – cosa que agradecemos infinitamente- .

   Un par de meses después falleció. La gente se muere – es cierto- pero esa costumbre pesa, sobre todo cuando se va –en nuestro caso- un poeta.

   El escritor nació en el departamento de San Martín, Mendoza, desde pequeño, fue un lector apasionado. Estudió abogacía en Córdoba, luego de un breve paso por las aulas de medicina. Después de andar por caminos diversos, siempre con el sueño de ser escritor alborotándole sus cielos, tomó la decisión y se dedicó en exclusivo a la escritura. “Sé acabadamente que la vida no tiene sentido. Y que es inevitable intentar darle uno. Por eso, antes de que se me fuera sin, en plena mitad de mi adolescencia, apenas pasados los cuarenta, me lancé a contar...” dice en su libro “Cuentos para matar... el tiempo”.

   “Uno escribe con la infancia, con la memoria -selectiva, claro-, con sus sueños, su cultura, sus éxitos y sus fracasos, con sus pesadillas, dolores, desgarros y duelos. Uno escribe con lo que es. Con lo que tiene en el inconsciente. Con sus amores. Y con sus muertes. Uno escribe.” Infiere en una entrevista. En la misma, más abajo: “No podría vivir sin escribir. Es una pasión, una vocación, una obsesión, una pulsión, un desafío, un compromiso y una apuesta. Un profundo ejercicio de libertad, un sueño, un vivir muchas vidas además de la propia. Y un remedio para todos los males. Escribir salva.”  Ante la pregunta del para qué escribir, responde: “Para vivir, para exorcizar demonios y pesadillas, para comunicarme. Para decir lo mío. Para intentar conmover, estremecer a alguien, tan siquiera a uno solito. Para que me recuerden mis hijas y nietos. Para cambiar el mundo. A pesar de saber que ningún libro lo cambió, aunque algunos lo hicieron mejor.”

Obra de Emilio Fernández Cordón

   “Vacaciones fantásticas” es uno de esos, de los que ayudan a embellecer el mundo.
El protagonista, Luciano, es un niño mendocino, que viaja, junto a algunos de sus compañeros de la escuela, a la mítica Villa Las Luces, localidad montañesa, presente en varios cuentos de el emilio. El chico, desde la cama del hospital pediátrico, detalla a su papá, que vive en España, las vivencias de sus vacaciones mágicas. Y lo hace con un lenguaje accesible, pero pleno de poesía.
El relato de Luciano muestra mucho más que una aventura. En él aparece lo fantástico que está presente en nuestra cultura –nada de supermanes, ni brujas medievales, ni dragones chinos-. Exalta la amistad, la solidaridad, el respeto a las nuevas organizaciones familiares. No desdeña la tecnología, al contrario, la imbrica con las tradiciones propias de la región. Deja deslizar, sin  alusiones explícitas ni panfletarias, el respeto por la naturaleza. Y por supuesto, además de las correrías, se habla del amor.
La cálida narrativa, que entretiene y conmueve, se enriquece con las bellas ilustraciones de la artista plástica Laura Rudman Belmes.
“Vacaciones fantásticas” es un libro que encanta a niñas y niños de todas las edades. Un material imprescindible, si se pretende bucear en la literatura hecha en Mendoza.



El sueño de los pájaros

   A los cinco años, Mora tuvo con su papá una charla que no pudo olvidar. Había soñado con sus compañeritos de escuela y quiso saber qué eran los sueños. Juan, su padre, con paciencia y usando como ejemplo un álbum de fotografías, logró que la nenita comprendiera. El problema fue al otro día, cuando Mora vio dos gorriones sobre el parral del patio. Y fue corriendo a preguntarle a Juan con qué soñaban los pajaritos. Y siguió preguntando. Nadie, entre maestros, parientes y vecinos, supo qué contestarle.
   Cuando Mora cumplió treinta y cinco años, siendo ya una famosa ornitóloga, logró entender el lenguaje de las aves. Entonces puso aparatos en varios árboles para grabar lo que conversaban los pájaros.   Después, con mucho trabajo, descifró y tradujo las grabaciones. Y, con gran sorpresa, encontró una en la que un pajarito preguntaba: “Papi, ¿con qué sueñan los seres humanos?”.

Hecho en Mendoza en noviembre de 2006.
Publicado en febrero de 2007 en el libro:
“MI LIBRO –Tercer Año - Primer Ciclo - EGB”.
De la DGE. Mendoza.

Mago, el héroe de los gatos

   Mago era un gato común y corriente y, como a todos los gatos, le gustaba salir por las noches a jugar y correr por los techos de las casas. Como era muy bonito, negro y con manchas blancas en la nariz, tenía muchas novias y los otros gatos, de puro celosos nomás, no le hablaban ni lo saludaban. Una tarde, Mago perseguía un ratón por la vereda cuando vio que un auto venía muy rápido y podía atropellar un gatito que cruzaba la calle. No lo pensó ni un segundo y, saltando como un mono y corriendo más veloz que una liebre, empujó al minino con sus patas, salvándolo. Pero, en la maniobra, no pudo esquivar las ruedas del coche que le pisaron la cola dejándolo desmayado de dolor en mitad de la calle. Juan Gabriel, el niño dueño de Mago, llorando y pensando que su querido gato había muerto lo alzó y lo llevó, entre sus brazos, al veterinario. Una semana después, Mago ya estaba de vuelta en la casa de Juan Gabriel pero había un problema: no tenía cola.  Como estaba quebrada en muchas partes no habían tenido otro remedio que cortársela y más que un gato parecía un conejo. Pasaron los días y Mago no quería salir, le daba vergüenza porque creía que se reirían de él. Hasta que una tarde oyó que lo llamaban a maullidos. Brincó por la ventana y se encontró con que todos los gatos del vecindario lo aplaudían y lo felicitaban porque era un héroe que había arriesgado su vida por salvar un gatito. Desde entonces, Mago, el gato valeroso, es el gato más popular del barrio y sigue teniendo muchas novias. Y, ahora, también muchos amigos.  

Hecho en Mendoza en noviembre de 2006.
Publicado en febrero de 2007 en el libro:
“MI LIBRO –Tercer Año - Primer Ciclo - EGB”.
De la DGE. Mendoza.

“Querido papá:
Me dijo mi mamá que estás preocupado porque te enteraste de que estoy internado en este hospital. Pero no estés triste, estoy lo más bien. Y muy contento con las aventuras que vivimos en las vacaciones, y porque encontramos fantasmas y muchas cosas más.
Mi mamá me dijo que, para entretenerme, podía escribirte una carta, o muchas. Le pidió permiso al médico que me atiende y le contestó que bueno, que si quería te escribiera, así que, una de las enfermeras que me cuidan, me trajo esta computadora portátil con la que te estoy escribiendo. Es finita y liviana, me contó el doctor que es de su hijo que se fue a vivir a Canadá y que me la presta y que la cuide mucho. Claro que la voy a cuidar mucho, es muy linda. Me cuesta encontrar las letras pero igual me gusta. Además, me dejan sentar en la cama para escribir y puedo ver por la ventana lo bonito que está el final del verano porque se va pintando todo de amarillo. Y también las hojas en los árboles y las hojas caídas en el jardín de afuera del hospital. Y también veo los pajaritos y las palomas y, más lejos, las personas que andan con su vida por la calle. Y los autos.
Mi mamá me dijo que vivís en España que queda en Europa. Y que tenés una esposa nuevita, y chica como una muchacha, que está esperando un bebé que va a ser mi hermanito. Ojalá cuando salga de la panza de su mamá salga sano y muy lindo. Después que salga, sacale una foto y me la mandás así lo conozco. Algún día voy a ir a España a conocer a mi hermanito y a su mamá tan chica. Y te voy a dar muchos besos. Y a él también. Y a ella también.
Mi mamá se ha puesto de novia con un señor muy bueno que se llama Abelardo, pero le dice “Gordo” porque es un poco bastante gordo. Trabaja de profesor y es muy simpático y me trae libros para leer en el hospital. Que me gusta mucho leer libros de aventuras y también de poesías que me regustan las poesías de palabras bonitas.
Me acuerdo de que, cuando vivías con nosotros, con mi mamá y conmigo, siempre estabas leyendo un libro o una revista y también mi mamá lee libros y revistas y por eso debe ser que me gusta tanto leer y que todavía hay muchos libros en mi casa de nosotros.
Lo que no me gusta...”
Fragmento del libro “Vacaciones fantásticas”

“Querido papá:
Me gustó mucho que me llamaras por teléfono, menos mal que en la habitación hay uno que es blanco. Claro, vos no viste el color. Pero no gastés tanta plata de España, escribime y listo. Qué bueno que tu esposa española, que se llama Mercedes, esté de lo más bien y también mi hermanito, que recién me doy cuenta que va a ser español. Ya les voy a decir a los chicos que voy a tener un hermano español, y ellos no. Y no te pongás triste por mi salud que ya te dije que estoy muy bien y muy cómodo en este lugar.
Bueno, el primer día de vacaciones paseamos por toda la Villa. Y en el arroyo de agua fría había como mil vacas que iban a tomar agua del arroyo y se metían en el agua y no tenían frío porque el cuero que tienen es como un abrigo. Y hacían mucho ruido gritando “Muuu”... “Muuu”... “Muuu”..., que el maestro dijo que se dice mugir. Y había unas vacas bebés que tampoco tenían frío y andaban todo el tiempo detrás de sus mamás. Y también había dos señores que andaban a caballo y las cuidaban y tres perros malos, muy grandotes y negros, que les ladraban a las vacas y a los toros, que también había.
Nos divertimos mucho cuando una vaca roja y blanca...”

“Y abrí los ojos. Pero no vi a nadie. Y ahí nomás escuché una voz que decía “Luciaaanoo”... “Luciaaanoo”... y me levanté despacito y fui a ver, abrí la cortina de madera de la ventana y vi por el vidrio. Y casi me caigo de sorpresa al suelo. Afuera, debajo del techito de la galería, había una luz más brillante que las estrellas, una luz como de una sombra de fuego blanco y brillante. Y me dio miedo y le iba a avisar al maestro a los gritos, cuando la luz se fue y apareció el Benicio, como si estuviera vivo y vestido camisa a rayitas celestes y blancas y pantalón de yin y zapatillas negras. Y estaba igualito que en la foto que vi en la casa de Don Silvestre, igual de joven muchacho de cuerpo de Superman y pelo largo y de cara linda y marrón. Y me dijo “Hola, Luciano” y yo que “Hola, Benicio” y me dijo vení que quiero hablar con vos y yo que no podía abrir la puerta sin la llave, y entonces pasó algo extraordinario.
Me dijo “No tengás miedo” y...”

Fragmento del libro “Vacaciones fantásticas”

“Esa noche, después de comer, la seño Cordelia se dio cuenta de que la Julieta, que siempre es muy delicada porque es flaquita y muy blanca con miles de pecas por todos lados y siempre falta mucho a la escuela por enferma, estaba ardiendo de fiebre, así dijo. Y fueron la seño Cordelia con el señor Lorenzo en el auto de él, que costó mucho que arrancara porque es requeteviejo, y la Julieta a ver si el médico de la Aldea Ecológica podía atenderla. Y los demás nos acostamos en el pastito y nos pusimos dele que ver las estrellas tan bonitas y tan brillantes y estábamos mirando para arriba que la Guillermina estaba acostada al lado mío y de pronto le tomé la mano, haciéndome el tonto que miraba las estrellas, y no dijo nada y ni sacó la mano, y estuvimos mirando el cielo hasta que volvieron los del auto y me arruinaron la noche.
Al final, la Julieta solo estaba empachada y la señora Pepita que sabe curar el empacho la curó con una cinta diciendo palabras calladas...”


“Estábamos muy bien y la Guille sacaba fotos de todo lo que veía y, de pronto, llegaron unas nubes negras muy gigantes que taparon el cielo y escuchamos más de cien truenos, y los mayores se asustaron mucho, que venía tormenta, dijeron, y que nos fuéramos. Y cuando levantamos el picnic ya llovía mucho.
Me acordé de Don Silvestre que había dicho que siempre está cambiando el tiempo en la montaña. Y fuimos bajando que nos mojábamos y no veíamos por el agua de la tormenta y seguían los truenos, y el Agustín que le tiene mucho miedo a los truenos se puso a llorar y también la Julieta y la Sofía y el Tiago, y después todos lloraban como niños. Yo no. A mí me gustan las tormentas y mojarme de la lluvia.
Eran tan negras y gordas las nubes que parecía de noche y no se veía casi nada. Y caminamos y caminamos los cerros de vuelta, y los chicos y las mujeres iban llorando y gritando, y el maestro gritaba más que todos que nos agarráramos de las manos y de pronto empezó a correr mucho viento y todo se volaba, y parecía una película de miedo en que los niños van a morirse todos.
Caminando en la lluvia y en los truenos, íbamos llegando al puente de palos y todo el mundo gritaba menos yo...”


“Ya estábamos cerquita del arroyo río y el maestro gritó que tuviéramos mucho cuidado, y que había que esperar que bajara el agua para cruzar o esperar que alguien nos ayudara. Y seguía lloviendo como loco y la Guille no tuvo cuidado, y patinó, y se cayó al agua, que empezó a llevársela con ella, para ahogarla.
Pero yo me hice el valiente, y como soy campeón para nadar no tenía miedo de ahogarme y quería salvar a la Guille, y mientras todos gritaban “La Guiiillee”... “La Guiiillee”... me tiré nomás al agua...”

                                           Fragmento del libro “Vacaciones fantásticas”

Fuente
- www.kallfutrawun.blogspot.com.ar
- Archivo de la Revista Cultural Latinoamericana (Guturalmente hablando) “El Viento”
- www.luisvilchezpoeta.blogspot.com.ar
-www.revistaculturalelviento.blogspot.com.ar