31 de mayo de 2015

Poesía Periodística (Parte 10) - Enzo “El Pelado” Mottura, el poeta que nació con una sonrisa de oreja a oreja y un lápiz y un papel para la lucha

Poema dedica al poeta Enzo Mottura

Gozador

No!!!
las mañanas no son para cualquiera...

el goce
el fresco aroma matinal
el sol que nace y muere

la mirada de Beatriz que me provoca
el mate
el buen café
la despedida

la sombra del pasado
despertándonos inquieta

una hoja con rimel y con miel
un buenos días con un lecho tibio
no son para cualquiera...

el manantial de agua de la ducha tibia
los pájaros cantándole al silencio

ser un perseguidor del colectivo que se escapa
para no llegar tarde a la rutina diaria
a la presciencia como un arte de magia

atreverse a despertar
junto a la muerte

abrir la puerta
sanar lo cotidiano

planificar las horas
que se mueren

besar la sombra
el  mismo aliento en el cepillo

desenchufar la mufa de la radio
quemar las hojas del diario oficialista

planificar la marcha
la protesta diaria

consciente
que aunque ya no estés

siempre estarán
tus alas
tus abrazos

acariciándome en los sueños
que te escribo

pero no!!!
las mañanas no son para cualquiera...

Poema extraído del libro “Poemas de amor para una olla vacía”, Luis Vilchez, Ediciones Madera y Verso, año 2008

Naciendo un asadito , con el poeta Enzo "El Pelado" Mottura y el poeta Carlos "El Charly" Villegas 
Agradecido por la ternura de hermosas y hermosos poetas que he encontrado en el camino, trashumando la vida y la poesía. Acompañado por el aliento de esas “lucecitas”, algo imprescindible y sin el cual uno no podría hacer nada con la pasión que le ponemos. Con esas ganas de reivindicar y agradecerles en vida, su amor y dedicación en el espacio que cada uno ocupa. Convidamos en esta oportunidad la obra de Enzo Mottura, escritor, editor de revistas, orador popular, actor, poeta, hermano de la vida. Uno de los “creadores” de la que fue llamada “Editorial Revistas Callejeras” y de la “Casita Cultural”, en la ciudad de San Luis.
Acá compartimos la Vigésima compilación de una columna que hace un tiempo escribimos sobre “Historias de Revistas, Blog y Editoriales”, en la Revista Cultural Latinoamericana “Guturalmente hablando” “El Viento, en este caso la Historia de la Revista “Pase y Sírvase”, cuyo editor fue Mottura.
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Luego convidamos el “Testimonio” y algo de su obra literaria, trabajo que escribió para el libro La Hojas”.

Enzo es un poeta que emerge de la calle, del compromiso político que tiene con la vida. Es un poeta sin “pelos en la lengua” y que jamás baja los brazos. Defensor de la amistad sincera, de la alegría que fluye por las venas de una America pobre y maltratada. Anarquista sin ceros, hombre tenaz que se fuma un cigarrillo, gustoso caramelo, de los náufragos que lo buscan en la esquina de su casa, para no ahogarse.


Historia de la Revista “Pase y Sírvase”

Por Enzo Mottura (trabajo de compilación de Luis Vilchez)

Pase y Sírvase tuvo como tres etapas claras. Todo esto surgió de una iniciativa de Luciano Lamberti. Nos veníamos juntando desde hace un tiempo, el escribía, yo escribía. Él ya había sacado un libro de cuentos y ya estaba viviendo en Córdoba y tenia muchas ganas de sacar una revista. Una revista “under”, como se decía en esa época. Fue a principios y mediados de los noventa. Imagínate que cuando empezamos a hacer la primera Pase y Sírvase en aquella época no existían los ciber, no teníamos Internet, es más no teníamos acceso a computadoras, salvo una computadora muy vieja que tenia Luciano, donde pasábamos todo en archivos de Word y nuestro sistema de edición era cortar nosotros y pegar, así editábamos la revista, la armábamos. En la primera revista hubo una chica de Córdoba que se llama Zaira que nos hizo las ilustraciones. Nosotros íbamos recortando los originales y sobre papel poníamos los textos escritos en Word, le íbamos pegando arriba.
 Empezamos con unas treinta, luego sacábamos más fotocopias. Todo dependía de la gente que estuviera interesada. Queríamos difundir textos poco conocidos de autores conocidos de Oliverio Girondo, Julio Cortázar (ente otros). Cosas así como “joyitas rescatadas de la literatura”. En ese primer número solamente hay dos textos nuestros, que estaban escritos alusivos a la revista, tipo editorial.

Ya para el segundo número decidimos rescatar la obra de pintores, poetas y dibujantes amigos, gente que vivía en Córdoba o en San Francisco, la mayoría no había publicado, era como difundir a principiantes, a escritores inéditos.
Al principio cada revista tenia un subtitulo, la primera se llamó “La mal parida” y la segunda fue “Nuestros ilustres desconocidos”, a Damian Montiveros, que es un pintor y dibujante muy bueno de San Francisco le pasamos el original con todos los textos y él los ilustró sobre el original. Después fotocopiábamos en la librería de mi abuela, que tenia una fotocopiadora. En parte se movía por nuestra iniciativa y en la Biblioteca Popular de San Francisco, lugar donde yo en ese momento tuve el privilegio de trabajar. Hubo en su momento una pequeña presentación de la revista con gente amiga, muy de entre casa. Porque era una revista que no pretendíamos que fuera más haya, queríamos despuntar el vicio, ver, aprender como se hacía una revista, para hacer conocer nuestra obra y la de gente amiga.

La tercera Pase y Sírvase fue un número especial que tenia que ver con la primera Feria del Libro que se hacía en San Francisco, allí sacamos un pequeño fascículo que se llamaba “Malos resultado de buenas intenciones” (como siempre, salía con un subtitulo) y eran unos textos que habíamos logrado a las ponchadas y lo hicimos pegándolos como podíamos.
Esta es la etapa sanfransisqueña, después nos fuimos a vivir a Córdoba y se abrió otra etapa. La revista tuvo otro formato otra forma, fue una revista mural, pegábamos hojas en las paradas de colectivos, era Pase y sírvase para las paradas de coles. También otras paredes donde había gente que se detenía. Pero más que nada fue una exploración artística que tuvimos con Luciano y otra gente. Solo salieron dos números. Fue mas delirado, de ahí nació lo de la literatura de cordel. De hecho tuvimos una presentación bastante linda en un centro cultural de San Francisco,  “Moras y mojarritas”, hicimos una pequeña intervención donde la gente tenía que subir una escalera para sacar los textos. Muy cerca del techo. La literatura de cordel no es un invento nuestro se viene haciendo desde el 1920 -1930.  Lo tomamos un poco más conceptual y se llamaba “la mierda de los ángeles”. Te estirabas y lo único que sacabas era eso, los textos, la resabia de los textos que escribíamos y que todavía no podías alcanzar. De eso éramos conscientes.

La tercera etapa ya Luciano Lamberti se desvincula de la revista, yo quise seguir acá en San Luis, aunque él también la avalaba y me apoyaba. Le mandaba todos los textos y el me daba su crítica.
 El primer número que sacamos, fue con textos de Luciano y míos, las ilustraciones de la “Gringa” (Griselda Olivares). Fue justo el primer año que empecé a estudiar así que la difundí en la Facultad en clase, las dejaba sobre los bancos.
 La gente se empezó a interesar, uno de los primero fue el Negro Gastón López, después Valeria Ortiz. Así se fue sumando gente y el segundo número fue más colectivo con gente de acá.

Siempre fue de divulgación gratuita, y salieron de San Luis más o menos 4 números. La manera de sostenerla salía de nuestro bolsillo, hacíamos fotocopias. El formato seguía siendo muy artesanal, aunque ya teníamos todo digitalizado. Al menos ya no pegábamos con cola los textos.

La experiencia me dejo mucho, sobre todo porque es algo que a mí me gusta. Fue una experiencia artística un poco anárquica si bien existían ciertos hilos conductores no había orden estipulado. Charlábamos una temática esta era abordada con total libertad, no podíamos ir al carajo. Era más que nada un verbario de literatura de gente que estaba escribiendo y no era muy conocida que se difundía gratuitamente  para otra gente que leía poco y que por ahí entraba una ficha. No era fácil que la leyeran, no apostábamos a la gente que ya leía, todo lo contrario, sino a la gente que tenía filim artístico y personal pero no tenía una historia literaria. No era una revista para repartir entre escritores, todo lo contrario.
Justamente el nombre de la revista era eso “Pase  y sírvase”, ahí esta es lo que le ofrecemos, es como cuando usted entra a la casa de un compadre y le dice:” esto es lo que hay, pase y sírvase”, pero con textos y dibujos.
Esto es en breve la historia, en el medio hay mucho más, está la magia de encontrarse con las personas, la libertad de hablar de literatura sin tener que pensar que eso debía transformarse en algo orgánico, establecido. Simplemente hablar, escribir porque teníamos ganas. Lo hacíamos por gusto no nos importaba que saliera perfecta, que saliera como queríamos sin ser tan perfeccionistas. Era un fanzine de la calle, era ocupar la calle con un poco de literatura de gente que también andaba en la calle. Era retroalimentar y re significar la vida cotidiana que viene y que va, que está en distintos ambientes. De repente sale un texto un dibujo. Bueno éramos un grupo de amigos y por cada revista teníamos millones de juntadas, cantidades de cervezas, vinos, fideos, lo que hubiera para comer. Era eso ese signo. Cuando tuvo que dejar de salir dejo, pero puede volver porque es esa la idea.



Programa que trata sobre referentes de la literatura de San Luis
YOUTUBE.COM

Séptima Comunión Literaria. Recibida el 30 de julio de 2008. Mottura, Enzo.

Testimonio

Exhortación y Propósito (literatura oral)

   Quizás te despertás muy de mañana y el comprobar que respirás no representa para nada un hecho relevante.  Quizás tuviste ese sueño otra vez, quizás vuelva de nuevo aquel viejo dolor en el pecho…
   Desayunas hambre, y con el hambre te tragás también el miedo. Ese miedo que se te queda en la boca del estomago, el mismo miedo que te aprieta los dientes y te cierra los labios.
   Quizás es hora de otro cigarrillo, inhalás y exhalás casi treinta veces por minuto sin darle a ese gesto ningún significado preciso.
   Afuera, en la calle, el mundo no parece tan distinto. Treinta, cincuenta, cien, mil, un millón de rutinas internalizadas moviendo las piezas de un juego que tal vez para vos ya esté perdido de antemano.
   Nos hemos convertido poco a poco en autómatas, y en ese automatismo somos terriblemente antropófagos. ¿No sentís como que te consumen? Que tu tiempo ya no es tuyo, ¿no ves como te obliga a obedecer el mandatario?
   Recuerdo un colectivo repleto de gente, y el colectivero girando la cabeza y gritando al mismo tiempo: ¡Para atrás, que en el fondo hay mas lugar! Si, pero en este fondo hay también nuevos lugares, y todavía queda una pregunta vieja.
   ¿Fue tan malo el juego que quisieron jugar los que no están, fue tan malo como para no continuarlo?
   La respuesta para muchos, fue siempre más de lo mismo.
   Lo que quiero decir es que todo juego es político, se trata de elegir qué juego jugar, cómo, por qué, para qué, con quién jugarlo. Se trata también de inventar nuevos juegos. Un lugar en el cual buscando nos encontremos con el otro, también buscando y al encontrarnos, y al buscarnos, nos encontremos con los otros, con todos los otros que somos.

Literatura perra. Poesía con colmillos.

   Palabras arrastradas por soledades y veredas, por bares y rincones.
   Literatura callejera. Poesía abandonada o que nunca ha tenido sueño. No como el perro que mueve la cola y espera manso la caricia del amo. Sino palabras como perros flacos que van rumiando, con bronca y angustia, el hueso de la vida. De esta perra vida.
   Literatura del gruñido. POESÍA DEL LADRIDO. Palabras que muerden una y otra vez, la dura carne de la rutina. En fin, como al principio, literatura perra.

Los caminos de la palabra

   Se ponen en movimiento las palabras, primero quizás tímidamente, pasito a paso, como dudando tal vez de los labios que las pronuncian o de la mano que les da forma. Pero a poco de andar -a poquito nomás- se convierte en un torrente casi incontenible.
   Muchos y distintos son los caminos que andan las palabras atravesando tiempos y geografías: por las avenidas virtuales de una pantalla de computadora, por los puentes tendidos en la página de un libro o de una carta, o por los senderos que el viento dibuja en el simple aire que nos rodea.
Innumerables son los caminos que andan las palabras de dentro hacia fuera, de afuera hacia adentro de cada persona.
   En estos andares que son suyos y son nuestros, caminamos las palabras al mismo tiempo que ellas nos caminan. Así, en estas idas y vueltas, en estos ires y venires transitando avenidas, tendiendo puentes, abriendo senderos -las palabras- de alguna manera casi mágica, al fin y al cabo, nos juntan y hermanan.

Este texto salió grabado en Oficio de Caminate, el CD Número 2, de las Ediciones Poetas de la Calle, año 2009



 Fuente

- Charla informal entre los poetas Enzo Mottura y Luis Vilchez, en la pizzería “La Catedra” de enfrente de la vieja terminal de ómnibus de la ciudad de San Luis, calle Rivadavia y Avenida España, dura cinco cervezas y algo más…

- Esta nota salio en  Año XV - Número 69 - Julio de 2014 de la Revista Cultural Latinoamericana (Guturalmente hablando) “El Viento” - Poesía Periodística – Publicación independiente de Juana Koslay, Argentina.


- Libro “Las Hojas”, Compilación de Testimonios, notas, poemas, cuentos, crónicas varias, de escritores de la década del 60 y 70 que publicaron en la Editorial Papeles de Buenos Aires, Ediciones La Pluma y La Palabra dirigida por el poeta Roberto Santoro y escritores que han publicado en la Revista Cultural Latinoamericana (Guturalmente hablando) El Viento dirigida por la escritora Mónica Algarbe y el poeta Luis Vilchez. Colección: Libros de la calle, año 2010. 

-  Video de "El Libro de tu vida", Programa que trata sobre referentes de la literatura de San Luis

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